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miércoles, 16 de enero de 2008

Poesía (1)

Utilizamos la poesía de los demás, la profanamos; intentamos expresar sentimientos, pero el miedo nos obliga esconder lo que de verdad sentimos tras esa poesía

Diana

La verdad sobre Caperucita Roja

En la última reunión del Comité Internacional en Defensa del Lobo Feroz (C.I.D.L.F.), se culminó con estremecedoras palabras:

¿Fue el Lobo Feroz Culpable o lo fue
Caperucita?

Efectivamente, la narración de Perrault se presta a muy diversas interpretaciones. Sin embargo, hay puntos de acuerdo que son indiscutibles, enumerando:



1. Caperucita sabía perfectamente que podía encontrarse con el Lobo Feroz.


2. Caperucita no desconocía el hambre del Lobo.


3. Si Caperucita, en un gesto de compasión y buenos valores, hubiera ofrecido al Lobo la cesta de la merienda de su abuelita, muy probablemente no habría ocurrido lo que ocurrió.


4. El Lobo, en una demostración de educación, no ataca de inmediato a Caperucita, sino que, al contrario, conversa con ella.


5. Es Caperucita quien da pistas al Lobo y señala el camino a la casa de la abuelita.


6. La abuelita es idiota al confundir a su nieta con el Lobo.


7. Cuando Caperucita llega y el Lobo está en la cama con la ropa de la abuelita, Caperucita no se alarma en lo más mínimo.


8. El hecho de que Caperucita confunda al Lobo con su abuelita, demuestra que la niña, irresponsablemente, iba a ver poquísimo a su abuelita.


9. El Lobo, con esas preguntas tan tontas y directas, quiere alertar a Caperucita.


10. Cuando el Lobo, que ya no sabe qué hacer, se come a Caperucita, es porque ya no le quedaba otra solución.


11. Es posible que antes de ello, en el bosque o en la cama, Caperucita (que fue la de la idea) tuviera sexo con el Lobo.


12. La versión del cuento en la que Caperucita, cuando oye la pregunta del Lobo: "¿A dónde vas Caperucita?" y ésta le responde: "A lavarme el pirix* en el arroyo" cobra cada día más fuerza.


13. Es por tanto, Caperucita y no el Lobo Feroz, la que provoca los instintos naturales de la pobre fiera. Primero los sexuales y posteriormente los depredadores.


14. También la madre de Caperucita tuvo mucha culpa al no acompañar a su hija, y enviarla despreocupadamente con una cesta de alimentos al bosque dónde rondaba un "Lobo Feroz", sugiriendo comérsela (a la cesta y a la niña).



Estos 14 puntos, son en principio, claros y concisos. Los que se empeñan en desprestigiar al Lobo Feroz no se han parado a pensar en la posible manipulación que se ha hecho de su figura, su actividad y su reacción ante una provocadora profesional como era la golfa de Caperucita.











*Modismo de la región maya para denominar a la vulva (panocha, pepa, chucha, pucha, papaya, queso, etc.)

¿Existe Santa Claus?


1. Ninguna especie conocida de reno puede volar. Pero, existen 300,000 especies de organismos vivos que aun no son clasificados y, si bien la mayoría de ellas son insectos y gérmenes, es imposible descartar completamente la posible existencia entre ellas del reno volador que sólo Santa Claus conoce.
2. Hay unos 2,000 millones de niños, considerando únicamente a las personas con menos de 18 años, en el mundo. Pero dado que Santa Claus no parece ocuparse de los niños musulmanes, hindúes, judíos y budistas, la cifra se reduce a un 15% del total, unos 378 millones, según las estadísticas mundiales de población. Según estas estadísticas, se puede calcular una media de 3.5 niños por hogar, por lo que estamos hablando de unos 91.8 millones de hogares, suponiendo que en cada uno de ellos, haya al menos un niño que se haya portado bien.
3. Santa Claus dispone de 31 horas en Nochebuena para realizar su trabajo, gracias a los diferentes husos horarios y a la rotación de la tierra, se supone que viaja de este a oeste, lo cual parece lógico. Esto supone 822.6 visitas por segundo. En otras palabras, en cada hogar cristiano con un niño bueno, Santa Claus tiene 1 milésima de segundo para aparcar, salir del trineo, bajar por la chimenea, llenar los calcetines, repartir los demás regalos bajo el árbol, comerse lo que le hayan dejado, trepar otra vez por la chimenea, subir al trineo y marchar hacia la siguiente casa. Suponiendo que cada una de estas 91,8 millones de paradas esté distribuida uniformemente sobre la superficie de la tierra, lo cual es falso, pero puede valer para los cálculos, hay 1.2 Km entre casa y casa. Esto da un recorrido total de 110 millones de Km, sin contar lo necesario para las paradas a hacer lo que cada uno de nosotros haría al menos una vez en 31 horas. Se deduce de ello que el trineo de Santa Claus se mueve a unos 1,000 Km/sg, 3,000 veces la velocidad del sonido. Como comparación, el vehículo fabricado por el hombre que mayor velocidad alcanza, la sonda espacial Ulises, se mueve a unos míseros 43 Km/sg. Un reno convencional puede correr a una velocidad punta de unos 24 Km/h.
4. La carga del trineo añade otro elemento interesante al estudio. Suponiendo que cada niño sólo se lleve un LEGO de tamaño mediano (0.9 Kg), el trineo transportará unas 321,300 toneladas, sin contar a Santa Claus, a quien siempre se le describe como bastante rellenito. En la tierra, un reno convencional no es capaz de transportar más allá de 150 Kg. Aunque el reno volador pudiera transportar diez veces esa carga, no bastarían ocho o nueve, sino que se precisarían unos 214,200 renos. Esto incrementa la carga, sin contar el peso del propio trineo, a unas 353,430 toneladas. A efectos comparativos, esto es unas cuatro veces el peso de Pancho Cachondo (o el vecino más obeso que conozcas).
5. 353,000 toneladas viajando a 1000 Km/sg crean una resistencia aerodinámica enorme, que provocará un calentamiento de los renos similar al que sufre una nave espacial en su reentrada a la atmósfera terrestre. La pareja de renos que vaya a la cabeza, absorberá 1 trillón de jules de energía por segundo (cada uno). En pocas palabras, se incendiarán y consumirán casi al instante, quedando expuesta la pareja de renos posterior. También se originarán unas ondas sonoras ensordecedoras en este proceso. El tiro de renos al completo se vaporizará en 4.26 milésimas de segundo. Santa Claus, mientras tanto, sufrirá unas fuerzas centrífugas 17,500.06 veces superiores a las de la gravedad. Si Santa Claus pesara 120 Kg, lo cual es incluso demasiado delgado, sería aplastado contra la parte posterior del trineo con una fuerza de más de 2 millones de Kg.


Por consiguiente, si Santa Claus existió alguna vez y llevó los regalos a los niños en Navidad, ahora está muerto.

Por eso yo jamás creí en ese viejo regordete... mucho menos cuando no me traía lo que yo quería...

martes, 15 de enero de 2008

Mi primera vez

Qué tal... qué tal...



Estoy sentada frente a mi PC, escribiendo en esta cosa nueva, llamada "blog". Según tengo entendido, es una herramienta de la tecnología que nos permite publicar nuestra vida en internet para que miles de personas tengan acceso a ella desde la comodidad de su hogar (los que tienen PC y acceso a internet desde casa), sino, prepárense para pagar muchas horas de ciber-café, porque se van a hacer adictos a esto, jajaja (y modestia muy aparte).



En este espacio van a encontrar un poco de todo, un poco de mí: lo que me gusta, lo que hago, lo que pienso, mis creaciones (por no decir inventos) y las barbaridades a las que me dedico en mi tiempo libre (que últimamente es mucho).



Les ofrezco mi humilde trabajo, espero que les guste.

















Diana